Se invierte poco, faltan camas, centros de desintoxicación y alrededor de 400 especialistas
Escrito por: ALTAGRACIA ORTIZ G. (a.ortiz@hoy.com.do)
La Sociedad Dominicana de Siquiatría advirtió ayer al Ministerio de Salud Pública que el país no tiene suficientes unidades de salud mental para atender a la gran cantidad de pacientes crónicos que deambulan por las calles y a los 130 que están ingresados en el único hospital siquiátrico que existe.
El presidente de la sociedad, José Miguel Gómez Montero, dijo, además, que el país apenas tiene unidades de desintoxicación, aún cuando las adicciones a drogas se incrementan en forma alarmante.
Se carece de estructuras físicas suficientes, de camas y hasta faltan 400 psiquiatras, si se toma en cuenta que la Organización Mundial de la Salud plantea la necesidad de un psiquiatra por cada mil habitantes.
La Sociedad Dominicana de Siquiatría tiene 238 afiliados, pero la demanda es de 400, mientras que cuatro provincias carecen de profesionales de la salud mental.
“Antes de cerrar el hospital siquiátrico, el Ministerio tiene que decidir qué va a hacer con el 70% de los pacientes crónicos que están ingresados en el único hospital para enfermos mentales que tiene el país”, dijo el doctor José Miguel Gómez Montero.
A juicio de Gómez Montero, lo ideal es que se pregunte a la Sociedad de Psiquiatría en torno a una decisión que no tiene operatividad en lo inmediato.
Deambulan. En el país, numerosos enfermos crónicos que han pedido todo contacto con sus familiares han sido excluidos por el Estado, aseguró el galeno.
No hay servicios de salud mental en los hospitales de Baoruco, Independencia, Elías Piña, Pedernales y Monte Cristi.
Los hospitales que tienen unidades de salud son el San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís; Alejandro Cabral, de San Juan de la Maguana; Jaime Mota, de Barahona; José María Cabral y Báez, de Santiago; Luis Eduardo Aybar y Francisco Moscoso Puello, de Santo Domingo.
Para poder cerrar un centro de esa dimensión, el país necesita hospitales de Día, para que los enfermos mentales acudan a medicarse y luego a hacer su vida normal con sus familias.
Tan pobre es la inversión en salud mental en el país que apenas es de 0.08 por ciento del presupuesto.
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