17 may 2010

EL ESTRES Y EL DOLOR MUSCULAR


El estrés aumenta el dolor muscular, sobre todo el de la espalda porque genera contracturas musculares, pero a su vez disminuye el umbral del dolor y predispone a que la persona tenga una actitud negativa antes éste.

Si bien el tratamiento básico debe de enfocarse a eliminar el estrés, también se pueden tener en cuenta ciertas pautas para calmar los dolores musculares


El estrés altera los nervios que controlan el funcionamiento muscular, razón por la que las personas estresadas, están constantemente contracturadas. Estas contracturas pueden aparecer hasta por movimientos sencillos como de forma espontánea y generar dolores muy intensos.

Por otro lado el estrés interfiere en la coordinación de los grupos musculares de la espalda, generando una contracción inusual en los mismos, factor que también predispone a mayores contracturas.

Además de lo antedicho, las estructuras nerviosas se accionan en el momento de estrés, lo que hace bajar el umbral del dolor y por esto es que las molestias se sienten mucho más fuertes. La persona estresada tiene una actitud negativa ante el dolor del dolor, piensa que no se va a ir más y que tendrá que soportarlo siempre