Autor; Lic. Luis Alberto Pérez Ubiera
Recuerdos solo nos dejan, ruinas de caña y batey si miras de lado a lado moribundo ves al buey,
una carreta tirada, en un carril yace muerta
y un vagón viejo oxidado, se observa allá abajo sin ruedas.
Los barracones sin nadie, dormido triste se ven,
lo acaricia la mañana, cuando piden que les den
un poco de amor paterno, como los que da un buen rey.
Se acuerdan que en algún tiempo, dieron refugios y ley.
Los Ingenios ya murieron, ricos se hicieron con ellos, las Máquina son museos en la entrada de los pueblos,
las gentes que vivos quedan, en las ruinas del central
sus tumbas cercas se encuentran sin nadie a quien reclamar.
Quedaron abandonados, sus sueños lejos se han ido
el capitalismo quiere muertos que parezcan vivos,
el gobierno les falló, su pensión nunca aparece,
para estos infelices las promesas no convencen.
Reclamos siempre yo he visto, vigilia y rostros muy tristes,
sacando valor de abajo, con pobreza ropa visten.
La caña nada dejó, en toda una vida entera
Arrugas, hueso y dolor es lo que muestra Memela.
Los obreros del batey a diario mueren de hambre
y al ver al negrito llorar mi corazón se parte,
Para estas pobres gentes, blancos, negros o amarillos,
La noche nunca amanece girando como entre círculos.
Solo reciben un bale que lo firma el mayordomo.
Dinero no ha visto Manolo ni mucho menos pocholo,
Miseria solo se ve en diferentes bateyes,
Hambre, miseria y dolor es lo que muestran las gentes.
Se acabaron los ingenios, que pena siente mi alma,
Mis recuerdos solo quedan al ver que no hay esperanza,
Quiero pedir a mi gente, que tomemos el control
A ver si en algún momento revivimos el barracón.
