
Comer demasiado antes de dormir también compromete tu sueño y falta de sueño también engorda.
Siendo así, lo mejor es elegir una “merienda” nocturna muy ligera para acabar con tu ataque de hambre sin que saltes la dieta o ganes peso.
La primera sugerencia es una infusión de camomila acompañada de una tostada integral con una loncha de queso fresco light. Esta opción tiene unas 67 calorías. Puedes cambiar el queso por una loncha de jamón york.
Yo también sugiero algo que hago siempre: tomar una sopa de sobre, las sopas listas deshidratadas vendidas en los supermercados. Son fáciles de hacer, te dejan calentita y relajada y normalmente tienen unas 100 calorías. Para aprovechar, yo añado una cuchara de levadura de cerveza en polvo y listo.
Si tienes ganas de algo dulce, no comas chocolate ni golosinas, prefiera un yogur desnatado batido con 1 cuchara sopera de gelatina diet y 5 fresas. Total de 77 calorías.
2 damascos y 2 nueces son muy sanos y poco calóricos, aproximadamente 68 calorías.
Y para cama.
FUENTE: NUTRICION PRO EN LINEA