2 dic 2012





¡Cuidado con las chinches!

A MEDIADOS del siglo XX parecía que el hombre estaba ganando la guerra contra las chinches. La gente solo las recordaba en algunos dichos populares. Ahora bien, para la década de los setenta muchos países decidieron limitar el uso del DDT —una de las principales armas contra esos insectos⁠— por ser tóxico y ecológicamente dañino.
Pero las chinches se fueron haciendo cada vez más resistentes a otros productos químicos. Por otra parte, la gente empezó a viajar más y, sin darse cuenta, lo hacía acompañada de chinches. De ahí que un informe del 2012 sobre el tema publicara lo siguiente: “En los últimos doce años, las plagas de chinches han resurgido en Estados Unidos, Canadá, Oriente Medio, varios países de Europa, Australia y ciertas zonas de África”.
La cantidad de quejas informadas en la ciudad rusa de Moscú con relación a las chinches fue diez veces mayor en el 2010 que en el año anterior. Y en el otro extremo del planeta, en Australia, las plagas de chinches han experimentado el escalofriante aumento de un 5.000% desde 1999.
Algunas personas, sin darse cuenta, salen con chinches de lugares como tiendas, cines, teatros u hoteles. “No podemos escapar de las chinches —dice el gerente de un hotel estadounidense⁠—. Ese es el precio que se paga en estos tiempos por estar en este negocio.” ¿Por qué son tan difíciles de erradicar? ¿Qué puede hacer para protegerse? Si invaden su casa, ¿qué medidas prácticas puede tomar para eliminarlas e impedir que regresen?

Supervivientes natas

Las chinches adultas miden solo unos 5 milímetros (0,2 pulgadas) de largo
Gracias a su tamaño —como el de una semilla de manzana⁠— y a la forma aplastada de su cuerpo, pueden esconderse casi en cualquier parte: un colchón, un mueble, un tomacorriente o hasta un teléfono. Las chinches suelen quedarse en un radio de entre 3 y 6 metros (10 y 20 pies) alrededor de camas y asientos. ¿Por qué? Para estar cerca de su plato favorito: usted. *
Las chinches suelen picar a sus víctimas mientras duermen. La mayoría de las personas no se dan cuenta porque el insecto inyecta una sustancia anestésica que le permite alimentarse por hasta diez minutos sin interrupción. Y aunque suelen chupar sangre cada semana, se sabe que pueden sobrevivir sin alimento por varios meses.
Cabe mencionar que, a diferencia de los mosquitos y algunos otros insectos, tal parece que las chinches no propagan enfermedades infecciosas. De todas formas, sus picaduras pueden producir comezón, ronchas y, a muchas personas, un gran sufrimiento emocional. Hay quienes sufren insomnio, vergüenza y hasta “picor fantasma” mucho después de haber eliminado las chinches. Un informe de Sierra Leona dice  que estos insectos “ocasionan gran irritación y noches sin dormir”, y también menciona “el estigma social vinculado a las chinches”.

Manténgalas a distancia

Examine su equipaje
Aunque las chinches pueden estar en cualquier parte, son más fáciles de controlar si se detectan pronto. Aprenda a reconocer las señales de su presencia en la casa y cuando viaja. Inspeccione los muebles, los zócalos y el equipaje en busca de diminutos huevos o manchitas de sangre. Utilice una linterna para aumentar las posibilidades de encontrar esas señales.
Selle las grietas
Limite los lugares donde se pueden esconder. Selle todas las grietas de las paredes y los marcos de las puertas. La suciedad no atrae a las chinches, pero resultarán más fáciles de detectar y controlar si pasa la aspiradora con regularidad y no deja cosas amontonadas. Cuando se aloje en un hotel, no deje la maleta en el suelo ni la ponga sobre la cama. Así habrá menos probabilidades de que las chinches se conviertan en sus compañeras de viaje.

Si invaden su casa

Pase la aspiradora con regularidad
Si encuentra chinches en su casa o en la habitación de un hotel, puede que se inquiete o hasta se avergüence, como les pasó a Dave y a su esposa cuando les picaron estando de vacaciones. “Nos dio mucha vergüenza —explica él⁠—. ¿Qué les íbamos a decir a nuestros familiares y amigos cuando regresáramos? ¿Relacionarían cualquier picor o irritación de la piel que tuvieran al hecho de haber venido a nuestra casa?” Aunque ese tipo de preocupación es normal, no permita que lo disuada de buscar ayuda. El Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York dice algo muy tranquilizador: “No es fácil librarse de las chinches, pero tampoco es imposible”.
Inspeccione los rincones y tome medidas para impedir que se escondan en su casa
Ahora bien, no subestime la dificultad de exterminar las chinches. Si descubre que han entrado en su casa, recurra a un especialista en control de plagas. Actualmente ya no se emplean los productos químicos de antes: se exterminan combinando otros métodos que han resultado eficaces. La entomóloga Dini M. Miller también advierte: “Para controlar las chinches hace falta que tanto los ocupantes como los administradores [del edificio] y la empresa de control de plagas cooperen a igual grado”. De modo que, si no quiere que lo piquen las chinches, le conviene seguir las instrucciones del profesional y tomar las debidas precauciones.
Fuente. Revista Despertad