9 oct 2012

Destruyen símbolos basílica de Higüey

Escrito por: SILVIO CABRERA (s.cabrera@elnacional.com.do)
Jorge (Jorgito) de la Rosa Caraballo, autor de la profanación, fue rápidamente detenido por la Policía La Basílica Nuestra Señora de la Altagracia fue profanada este martes por un hombre que penetró por la fuerza y actuando “en nombre de Jehová” destruyó los principales símbolos sagrados de esa catedral. Jorge de la Rosa Caraballo (Jorgito), de 24 años, quien se identificó como “Testigo de Jehová”, penetró al templo a las 5:30 de la mañana, cuando uno de los guardianes se disponía a abrir el portón principal. Los primeros informes daban cuenta de que De la Rosa Caraballo había evacuado dentro del templo, pero la versión fue desmentida por la Policía a través de su relacionista, teniente coronel Diego Pesqueira. Luego de varios minutos en el interior de la basílica durante los cuales destruyó los principales símbolos sagrados, De la Rosa Caraballo fue apresado por una unidad de la Policía. Obispo El obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, dijo que se trató de “un asunto terrible”, en vista de que el profanador destruyó casi todos los símbolos sagrados. “Destruyó casi todos los símbolos sagrados que tenemos nosotros los católicos. Comenzó con el trono de la Virgen, tratando de destruirlo, pero como estaba cerrado comenzó a desprender las hojas del naranjo que adorna el trono, tirando las hojas por el suelo”, narró monseñor Peña Rodríguez. De la Rosa Caraballo también destruyó la sede donde se sienta el celebrante de la Eucaristía, el ambón o púlpito para leer la biblia, y la pila bautismal. También trató de derribar la pila bautismal, pero no pudo, en vista de que está construida de mármol. El profanador rompió micrófonos, bocinas y la bandera del Vaticano, en un hecho que el obispo definió com “sin comparación” en la historia de la Basilica Nuestra Señora de la Altagracia. Monseñor Peña Rodríguez subrayó que el profanador declaró que estaba cumpliendo una misión que le encomendó su dios Jehová. Precisó que por lo visto, no se trata de una persona con problemas mentales, en vista de que cuando llegó la Policía no hizo resistencia a su apresamiento. No descartó que se trate de una persona que responde a un determinado grupo religioso, con intensión de atentar contra la Iglesia Católica. “Se trata de una persona que destruye, precisamente, los símbolos de la Iglesia”, manifestó el obispo Peña Rodríguez. Comentó que se suponía que la Basílica era vigilada por un grupo mixto, integrado por agentes de la Policía y del Ejército, pero que por lo visto no fue así, porque a la hora de la profanación no apareció ninguno de los integrantes de las dos instituciones. Ese cuerpo de vigilancia fue puesto desde los tiempos en que gobernó el doctor Joaquín Balaguer, dijo el obispo Peña Rodríguez.