Uno de los fantasmas más temidos, más presentes en algunas relaciones y en algunos casos ni siquiera es un fantasma (en términos de “amenaza”), sino que es una presencia que corroe, lastima y termina lesionando las relaciones más hermosas y estables. Si crees que es un problema contra el que no se puede luchar, comienzo por decirte enfáticamente que estás equivocada: si realmente quieres, se muy sencillo de controlar.
En un post anterior que dedicamos genéricamente a reflexionar sobre cómo controlar mejor nuestros problemas, además de prometer que abordaría específicamente el problema de los celos en la pareja, ubicaba este problema en el grupo de aquellos que tú puedes controlar. Precisamente ese es el primer gran paso: convencerte de que es un problema que no te ha “llovido” desde arriba, o te cayó cuando no lo esperabas: está en ti, está en él o está en ambos.
No es un convencimiento sencillo, tienes que mirar profundo dentro de tí y si el celoso es él, invitarlo a hacer lo mismo. La buena noticia es que si son capaces de asumir que esos celos es un problema de cada uno, la solución también está en lasmanosde cada uno. En unos momentos la comparto, porque es algo bastante sencillo en realidad, pero antes, como segundo paso previo es importante formularse una pregunta (y a partir de aquí redactaré en “nosotros” porque a la larga la pareja debe abordar este problema juntos):
¿Realmente queremos solucionarlo? ¿Nos amamos lo suficiente como para asumir nuestros propios errores a la vez que asumir un fuerte compromiso para dar de nosotros lo que hay que dar? ¿Hemos tomado conciencia que es el motivo principal y real de la mayoría de nuestras discusiones que -en general- nosotros mismos disfrazamos de otras cosas?
Tómense su tiempo, conversen… si las tres respuestas son “si”, entonces tienen lo que hay que tener para transitar el camino que soluciona el problema para siempre.
Te asombrará saber que el camino o la solución se resume en sólo cuatro palabras: un pacto de confianza.
No estoy hablando de un pacto de confianza que salga apenas “de la boca hacia afuera”, al estilo de “te prometo, te prometo…”; me refiero a una nueva actitud de vida, a conseguir -basados en la confianza- un enfoque más sereno de la relación, a lograr transformar ese intenso amor que se tienen, en intensa confianza.
¿Crees o creen que no se puede? Mil y un testimonios (incluidas experiencias personales) me dan la certeza de que sí: si se quiere se puede. Tendré que detenerme un poco más, por lo que dedicaré un nuevo post a asegurarme de que ambos comprendan bien el alcance de lo que os estoy proponiendo. Si de ello depende nada menos que su felicidad, no dudéis que lo haré pronto.
FUENTE. FEMENINO INFO
