5 jul 2012

¡Apártese de iniquidad quien invoque el nombre de Cristo!

. . Por: Pr. Miguel Rosell*
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas” (Colosenses 3:5-7). . “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:11,12). . Este mundo tal y como lo conocemos, va cada vez más al declive moral total. La maldad, o anomia, es decir, el abandono de la ley o voluntad de Dios, como dijo el Maestro (Mateo 24:12), es la tónica general y constante de los días que nos está tocando vivir, y seguirá así in crescendo, hasta la venida en gloria de Cristo a este mundo. . Los que creen que en ese sentido, cada vez las cosas van a ir a mejor; avanzando hacia la conversión de las gentes a Cristo, lo cual llaman el Avivamiento Mundial, se equivocan de pleno y plano, siendo eso también, parte del misterio de iniquidad (2 Tesalonicenses 2:7), puesto que es un engaño dirigido a los mismos creyentes. .