POR CESAREO SILVESTRE
Todo el que es o ha sido un comerciante organizado, ha de conocer lo que es el inventario que, no es más que pasar balance al negocio, para sacar conclusiones de lo que se ha ganado o se haya perdido; implementando esa inspección, logramos corregir las fallas y fortalecer los aciertos o ganancias obtenidas.
Luego de esas determinaciones, nos avocamos a emprender las fórmulas de seguir avanzando. Así también, en todos los órdenes del diario discurrir tenemos que sacar los resultados cada día, semanas, meses y de todo el año trascurrido, así determinamos cuantas metas fueron frustradas y cuantas logradas.
No importa cual haya sido el resultado, nos debemos trazar nuevos objetivos que nos ayuden a cambiar o a mejorar nuestra calidad de vida y mejoría de nuestra vida espiritual, emocional, familiar, conyugal, laboral y en sentido general.
Tenemos que perfeccionar nuestro carácter, ser mejores seres humanos y honrar a Dios con nuestro ejemplo de vida.
A esto se suma el avance intelectual, profesional y en materia económica. Que ejercitemos nuestra fuerza de voluntad para ayudar al necesitado.
Visitar a los enfermos y a los encarcelados. Poner en práctica el amor plano y destacarnos en rechazar el egoísmo que nos hace portadores del egocentrismo.
Proponernos erradicar de nuestro comportamiento el orgullo, el rencor y el chisme. Tratemos de cultivar la humildad y seamos sinceros y sanos de verdad.
Que el Creador del universo nos ayude a sumar para bien, y que nos haga sacar el mal que pueda alojarse en nuestra vida. Dios nos bendiga, y nos ayude a crecer en valores cada día. Que así sea.
