Hay noches, en las que por compromisos sociales o por falta de voluntad, nos vemos envueltos en un dinámica agresiva de ingerir alcohol durante varias horas, con el consiguiente efecto secundario de la pérdida de facultades mentales, conocido también como borrachera.
Esto que en principio es un mal soportable, puede suceder en ocasiones que queramos evitarlo, sin renunciar al “bebercio“. Pues bien, existe un remedio casero y preventivo que me contó mi profesor de biología, hace años en el instituto.
El remedio se basa en la ingestión, horas antes de beber, de varias cucharadas de aceite de oliva acompañadas de miga de pan blanco, lo que provocará un “tapón natural” en el estomago y evitará que nuestro cuerpo asimile y metabolice el alcohol, en ese periodo de tiempo.
