28 abr 2011
Boda real el heredero del trono
Cuando el príncipe William y Kate Middleton se casen el próximo 29 de abril en la Abadía de Westminster, algo más que un cuento de hadas de la corona británica se habrá puesto en marcha para distraer al reino, en su peor crisis económica después de la Segunda Guerra Mundial.
La boda real del heredero al trono después de su padre, el príncipe Carlos, es el sueño de la revolución thatcherista: los “nuevos ricos” de clase media, que la Dama de Hierro ayudó a consolidar, solidifican su status en matrimonio con la respetable y aristocrática “Old Money” británica, en una sociedad de clases y con escasa movilidad social.
La futura reina británica es la hija de Carole, una azafata, y Michael Middleton, un comisario de a bordo de British Airways, que hicieron su millonaria fortuna en una compañía de Internet de entretenimientos de fiestas y cumpleaños. Luego, enviaron a sus tres hijos a los mejores colegios británicos, codo a codo con la realeza y sus amigos. Un éxito de perseverancia, alpinismo social y cuidadoso “networking”, que llevará a su hija mayor al trono en Buckingham Palace.