El sexo es una de las actividades más saludables -y placenteras- para el ser humano, con beneficios que van desde la mejoría del estrés y la circulación sanguínea al alivio del dolor de cabeza.
Sin embargo, cuando el comportamiento sexual se vuelve obsesivo, pasa a considerarse una enfermedad, que ataca la calidad de vida de quien lo padece y compromete su vida afectiva y social.
Las obsesiones sexuales se caracterizan por la falta de control sobre los deseos y fantasías, y la necesidad de ponerlos en práctica a toda costa y a cualquier precio. En ocasiones, esto conlleva además una alta rotación de compañeros sexuales, con la consiguiente exposición a contraer enfermedades de transmisión sexual.
Muchas pueden ser las causas de las obsesiones sexuales, y en oportunidades se las compara con otros problemas de dependencia, como el alcoholismo y la adicción a las drogas.
fuente:femenino info
