28 sept 2010
El burro sigue siendo medio de transporte del seybo
ALEMÁN, El Seibo.- Para la gran mayoría de estudiantes de este tiempo, cualquier dificultad se convierte en una causa para desencantarse y abandonar los estudios.
Muchachos y muchachas que viven en cualquier campo, zona suburbana o barrio de cualquiera de nuestras ciudades, creen que “el mundo se le cae encima” si algo no sale como ellos lo habían pensado o se lo habían propuesto.
Algunos de estos muchachos ya no les gusta montarse en carros públicos o guaguas y quisieran -aún con sus cortas edades-tener un vehículo propio para llegar hasta las escuelas o colegios donde reciben educación.
Sin embargo, hay que ver la realidad en la que desenvuelven su vida las y los estudiantes de comunidades rurales de esa provincia, en la región Este de la República Dominicana.
En una visita reciente a las comunidades de Los Ranchos, Las Tomas, El Casabe, Dominica y Alemán pudimos constatar cómo los niños que asisten a la escuela de esta última comunidad van a recibir sus clases a lomo de burros o de caballos.
Mientras nuestros muchachos pelean y gruñen por todo, los estudiantes de Alemán y las otras comunidades citadas acuden a sus respectivas escuelas con mucha alegría y voluntad de aprender, sin avergonzarse de que en lugar de un carro moderno o una yipeta, una passola o motocicleta de último modelo sea el lomo de un burro o un caballo que lo espere al terminar la clase.
Esto lo narramos no para que nuestros estudiantes sean CONFORMISTAS o para que no aspiren a vivir en mejores condiciones. Eso nunca lo plantearemos. Mucho menos un medio informativo como el nuestro, comprometido con el avance de la sociedad dominicana en todos sus aspectos.
Lo que ha motivado a que VIGILANTEINFORMATIVO.COM difundan esta realidad es motivar una reflexión en nuestros estudiantes para que NO SE RINDAN ante cualquier obstáculo o dificultad que les presente la vida.
Recordemos que siempre debemos seguir hacia adelante, pero sin olvidar que en la vida se nos presentarán dificultades, las cuales no pueden amilanarnos y mucho menos derrotarnos; por el contrario, ante las cuales debemos fortalecernos para vencerlas.