Escrito por: YOISEL ORTEGA
Las frutas son una delicia, especialmente en los países tropicales. Cada una tiene algo de especial, pero la que “se roba el show” en verano es el limoncillo: tan pronto salimos a la calle encontramos personas vendiendo este fruto en las esquinas y no es raro ver carretillas repletas de estas bolitas verdes, que por dentro son un encanto con su característico sabor agridulce.
El limoncillo es un fruto pequeño en tamaño, pero abundante en vitaminas y nutrientes, que por encima de su delicioso sabor, tiene el don de beneficiar la salud. Especialistas en esa área dicen que por su abundancia en fibras, es ideal para controlar el colesterol, mientras que su alto contenido en azúcar le confiere propiedades energéticas al tiempo que contiene vitaminas A, B y C.
En República Dominicana esta es una fruta de consumo ocasional, que se consume en momentos de ocio y tiene múltiples utilidades, tanto en la elaboración de platos dulces y salados. En muchos países, como Jamaica, se utiliza en la elaboración de néctares para bebidas.
El limoncillo es usado por chefs internacionales para hacer mermeladas, un brazo de gitano, bizcochos y flanes, aunque la verdad es que para la mayoría de los dominicanos no hay mayor gusto que quebrar de un mordisco la cáscara que recubre el fruto (de dos a tres centímetros de diámetro e intenso color verde) y saborear la jugosa pulpa adherida a la semilla.
