Los beneficios de la actividad física van más allá de conseguir una apariencia atractiva. Realizar ejercicios tonifica los músculos, mejora la condición cardiovascular, disminuye el estrés, reduce el riesgo de enfermedades por sedentarismo, fortalece el sistema inmunológico, controla la presión arterial, mejora la circulación sanguínea, previene la osteoporosis y favorece el sueño, entre otras cosas.
Las diversas bondades que ofrece la actividad física dejan claro su importancia en la búsqueda de una vida sana. En cuanto a la frecuencia, lo ideal sería ejercitarse diariamente. En muchos casos, esto es imposible, por lo que se recomienda a personas sedentarias, o de más de 40 años, hacer ejercicios cardiovasculares o aeróbicos durante 45 minutos, tres veces a la semana.
A partir de los 30 minutos empieza a activarse el metabolismo de la grasa, por eso se recomienda hacer actividad física durante por lo menos 45 minutos. La idea es trabajar con el llamado umbral aeróbico, que son ejercicios de mucha duración y poca intensidad.
Se debe hacer actividad física sobre el 70 u 80% de las pulsaciones máximas. Para calcular las pulsaciones máximas se resta a 220 la edad de la persona. Por ejemplo, para una persona de 40 años, las pulsaciones máximas están alrededor de las 180, por lo que debería entrenar un poco por encima de estas pulsaciones (máximo 190) para trabajar el metabolismo de las grasas.
