l
.EL SEIBO. Falleció en esta ciudad el reconocido profesor, inventor y mecánico Tomás Otto Morales, descendiente de Tomas Otto Duvergé, pionero del desarrollo del mabí seibano, y propietario de la más famosa fábrica de esa bebida.
Don Tomás o Tomasito Otto, como se le conocía, dejó de existir al cumplir los 81 años edad en la residencia que a la vez era su taller, ubicada en un ala continua de la fábrica de mabí seibano, ubicada en la calle Palo Hincado con Manuela Diez Jiménez.
Pese a que venía padeciendo problemas de salud, el fallecimiento de Don Tomás tomó de sorpresa a sus familiares, a quienes no les dio tiempo de llevarlo al hospital.
Murió de un infarto fulminante al miocardio mientras dormía en su habitación.
Tomasito Otto impartió docencia durante varios años en la escuela de Artes y Oficios, siendo profesor de una generación de radiotécnicos y mecánicos que son los mejores de la ciudad.
Afable, servicial y consagrado, a pesar de la inteligencia y habilidades innatas con la que realizaba su trabajo, no solía cobrar por sus servicios.
Sus hermanos son Adela, Ovidio y José María, y estaba casado con la doctora Irma Viloria, reconocida laboratorista de esta ciudad.
Su cadáver fue velado en la funeraria Gino Frías, en la calle doctor Teófilo Hernández, y será sepultado en la mañana de hoy en el cementerio municipal de la ciudad.
.EL SEIBO. Falleció en esta ciudad el reconocido profesor, inventor y mecánico Tomás Otto Morales, descendiente de Tomas Otto Duvergé, pionero del desarrollo del mabí seibano, y propietario de la más famosa fábrica de esa bebida.
Don Tomás o Tomasito Otto, como se le conocía, dejó de existir al cumplir los 81 años edad en la residencia que a la vez era su taller, ubicada en un ala continua de la fábrica de mabí seibano, ubicada en la calle Palo Hincado con Manuela Diez Jiménez.
Pese a que venía padeciendo problemas de salud, el fallecimiento de Don Tomás tomó de sorpresa a sus familiares, a quienes no les dio tiempo de llevarlo al hospital.
Murió de un infarto fulminante al miocardio mientras dormía en su habitación.
Tomasito Otto impartió docencia durante varios años en la escuela de Artes y Oficios, siendo profesor de una generación de radiotécnicos y mecánicos que son los mejores de la ciudad.
Afable, servicial y consagrado, a pesar de la inteligencia y habilidades innatas con la que realizaba su trabajo, no solía cobrar por sus servicios.
Sus hermanos son Adela, Ovidio y José María, y estaba casado con la doctora Irma Viloria, reconocida laboratorista de esta ciudad.
Su cadáver fue velado en la funeraria Gino Frías, en la calle doctor Teófilo Hernández, y será sepultado en la mañana de hoy en el cementerio municipal de la ciudad.