LA IMPACIENCIA no es algo nuevo. Siempre ha habido gente a la que le irrita esperar en un atasco, en una fila o en cualquier otro lugar. Pero algunos especialistas opinan que actualmente somos menos pacientes que antes, y por razones que a usted tal vez le sorprendan.
Ciertos analistas le echan la culpa a la tecnología. SegúnThe Gazette, un diario de Montreal (Canadá), algunos investigadores creen que “la tecnología digital —teléfonos móviles, cámaras, correo electrónico, iPods, etc.— está cambiando nuestras vidas [...]. Los resultados instantáneos que proporcionan estos avances tecnológicos han aumentado nuestro apetito por la gratificación inmediata”.
La doctora Jennifer Hartstein, especialista en psicología familiar, comentó algo que nos hace reflexionar: “Hemos creado la cultura de la gratificación inmediata y esperamos que todo sea rápido, eficaz y a nuestro gusto. Si no sucede así, tendemos a frustrarnos e irritarnos cada vez más, lo cual es un síntoma de impaciencia”. La doctora añadió: “Hemos olvidado el arte de vivir más despacio y saborear el momento”.
Hay quienes piensan que el correo electrónico está perdiendo popularidad y que podría tener los días contados. ¿Por qué? Porque muchos usuarios no soportan tener que esperar horas, ni siquiera minutos, a que les respondan. Además, en este tipo de correo, como en las cartas, lo normal es incluir palabras de introducción y de despedida. Pero muchos opinan que estas formalidades son aburridas y consumen demasiado tiempo; prefieren mensajes instantáneos, ajenos al protocolo de los correos electrónicos. ¡Al parecer ya no hay paciencia ni para teclear un saludo! Otra cosa muy común es enviar lo que se escribió sin detenerse unos minutos a revisarlo. Por eso hay tantas cartas y correos electrónicos que llegan al destinatario incorrecto y que contienen infinidad de erratas y errores gramaticales.