La diarrea es una alteración de las heces, tanto en volumen como en frecuencia en relación anormal a la fisiológica, lo que lleva a una baja absorción de líquidos y nutrientes y puede estar acompañada de dolor, náuseas, vómitos y fiebre.
Causa debilidad y pérdida del apetito, pero la diarrea, especialmente en nilños, supone una pérdida de grandes cantidades de sales importantes, así como electrolitos y otros nutrientes, que pueden resultar peligrosos para el organismo.
El reposo y una dieta líquida son las claves para que una gastroenteritis. Conviene beber abundante líquido para ayudar a eliminar los gérmenes del cuerpo y, al mismo tiempo, prevenir la deshidratación.
Entre los remedios más conocidos se encuentra el agua con limón, las infusiones digestivas o relajantes de manzanilla, melisa, tila o hierbaluisa, los zumos de fruta sin pulpa o las bebidas isotónicas comerciales resultan adecuadas en estos casos. Si las náuseas y las molestias digestivas persisten, es de gran ayuda tomar pequeños sorbos de refresco de cola sin gas.
El suero oral casero resulta muy efectivo, para ello vas a necesitar:
- 1 litro de agua hervida
- 1 limón exprimido
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de sal
Debes de hervir durante cinco minutos el agua y cuando esté templada, añadir el resto de ingredientes. Este suero ayuda a reponer líquidos, electrolitos y a evitar la deshidratación.
